La Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido pausar temporalmente el endurecimiento de la política monetaria después de diez subidas consecutivas de los tipos de interés.
Aunque los datos del índice de precios al consumidor (IPC) de mayo muestran signos moderados de inflación, la pausa no descarta una nueva subida en la reunión de julio. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) ha declarado que tomará en cuenta el impacto acumulado de la política monetaria, así como la evolución económica y financiera, antes de decidir futuras subidas.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha reafirmado el compromiso de reducir la inflación al objetivo del 2% y ha señalado que es probable que los tipos de interés se incrementen más este año.
Aunque el mercado laboral se mantiene fuerte, existen señales de alerta, como la debilidad en el sector de la vivienda y la persistente presión inflacionaria. La pausa de la Fed ha tenido un impacto positivo en sectores sensibles a los tipos, como los valores tecnológicos, pero la expectativa de nuevas subidas ha generado volatilidad en el mercado bursátil.
La persistencia de la inflación subyacente, especialmente en el precio de los coches usados y las tarifas aéreas, sigue siendo motivo de preocupación. La demanda de préstamos ha disminuido a medida que los tipos de interés han aumentado, y la quiebra de bancos regionales podría agravar aún más la caída del crédito. Aunque la pausa en las subidas de tipos brinda cierto margen a la Fed, no implica una relajación en su control sobre la economía.
La Reserva Federal busca equilibrar la contención de la inflación con el mantenimiento de un mercado laboral sólido. La reunión de esta semana puede ser una estrategia para unir a un comité de política monetaria dividido entre posturas más agresivas y más cautelosas respecto a futuras subidas.
