
Los BRICS, un colectivo de naciones que comprende Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha superado al G7 en términos de PIB con respecto a la paridad del poder adquisitivo. Además, su participación en el PIB mundial ha aumentado hasta el 31,5%, superando el 30,7% del G7.
A pesar de que su poder económico ha aumentado considerablemente, la unidad del grupo es lo que está creando la mayor amenaza para la estructura de poder global. Con la cumbre anual del colectivo que se llevará a cabo este verano en Sudáfrica, ha quedado claro que otros países quieren unirse al grupo. El país anfitrión ha declarado que 19 naciones diferentes están buscando membresía.
La voluntad de expandirse podría finalmente usurpar el dominio de Occidente a nivel internacional. Desde la creciente prevalencia de los BRICS a lo largo del año, el bloque de naciones ha desarrollado un claro deseo de usurpar el dominio actual de las potencias globales e interferir con el statu quo.

Las naciones BRICS han mostrado un compromiso masivo con la unidad y la expansión, lo que amenaza gravemente a las naciones del G7. Específicamente, las naciones se han unido para desarrollar el Nuevo Banco de Desarrollo, y posteriormente, en 2014, para desarrollar una alternativa al Banco Mundial.
Varios países parecen listos para un cambio debido a las acciones políticas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El bloque BRICS aparentemente ha despertado interés en el atractivo del banco BRICS para otros países. Además, la idea de expansión se volvió interesante debido a las esperanzas de los BRICS de desarrollar monedas internacionales y desafiar el dominio del dólar estadounidense en la economía global.

El compromiso de los países BRICS con la unidad y la expansión no se ve más claro que en los comentarios del presidente ruso, Vladimir Putin, quien afirmó que los países estaban planeando una «nueva moneda de reserva global». Afirmó que BRICS estaba «listo para trabajar abiertamente con todos los patrones honestos». Por lo tanto, se suma a las declaraciones anteriores de diplomáticos chinos sobre la voluntad de expandirse.
La trayectoria actual sugiere que volver a la relevancia sería sumamente difícil para las naciones del G7. Queda por ver cómo estas naciones podrían combatir el equilibrio de poder cambiante que se está desarrollando. En la cumbre anual de BRICS que se llevará a cabo este verano, se espera que se aborden estos temas, y las decisiones que se tomen tendrán implicaciones importantes para la economía global y la estructura de poder mundial en los próximos años.